Las raíces del bambú tardan años en crecer. Pero cuando crecen se convierten en una buena base que permite que el bambú sea un árbol resistente y flexible. Esa es la imagen que da sentido a Calma Bambú. Porque a veces necesitamos justo eso para crecer flexibles y resilientes con la calma del bambú echando raíces: espacio, tiempo y acompañamiento para crecer por dentro, aunque por fuera aún no se note.

Muchas de las personas que llegan hasta aquí lo hacen con una sensación parecida: la de no estar bien, pero tampoco saben cómo explicarlo. La de estar atravesando un embarazo que no se parece en nada a lo que imaginaron. O un posparto que duele, confunde y agota. O la de estar enredadas en pensamientos obsesivos, en bucles mentales que asustan, que desgastan y que no entienden ni quienes más te quieren.

El TOC y la maternidad pueden parecer mundos distintos. Pero, a menudo, se cruzan en lo más profundo: en el miedo, la necesidad de control, en la culpa, en la exigencia, en la soledad, en la incertidumbre. Todo eso asusta. Y todo eso puede trabajarse, con el enfoque adecuado, donde las raíces de bambú nos invitan a tocar tierra.